El arte de entrenar

Por Derik Snelling
Tomado del libro, Entrenamiento optimo en natación.

Al comenzar a escribir este capítulo, he pensado en los ingredientes esenciales para el éxito en natación, como entrenador o como nadador. He llegado a la conclusión de que se reducen a tener impulso interior, modelos sólidos de rol y experiencias positivas. Por supuesto, estar bendecido con talento natural tampoco va mal.
En mi opinión, no hay atajos para el éxito ni tampoco sustitutos para los ejercicios de natación duros y difíciles. Se debe planificar el equilibrio entre el entrenamiento y las carreras y siempre se debe ser no sólo más duro sino también más listo en su enfoque. Como entrenador esto significa estar al día, tanto en la ciencia como en el arte de la natación y del entrenamiento. Al mismo tiempo, es importante no perder nunca de vista los puntos básicos: salud, velocidad, resistencia, potencia, fuerza y técnica.
Uno de los primeros principios en el arte de entrenar es descubrir si un deportista tiene el talento, el deseo y la ambición de triunfar. A continuación hay que determinar si él o ella es entrenable. ¿Van a poder comunicarse mutuamente? ¿Hay una sensación de confianza mutua y tiene la impresión de que el deportista cree que usted puede llevarle a lo más alto? ¿Cree verdaderamente que el nadador puede llegar a lo más alto? ¿Están ambos dispuestos a dedicar años de trabajo con un ritmo intenso pero enfocado? El camino hacia la cumbre no es un camino fácil, y seguirlo exige algo más que un compromiso a corto plazo. Pueden tardarse de seis a ocho años en formar a un gran campeón. Incluso si es bastante afortunado para entrenar a un gran talento, como el de Mark Spitz o lan Thorpe, tardará al menos un ciclo completo de cuatro años hasta llegar a una selección para los Juegos Olímpicos, antes de que un nadador esté realmente preparado. Un poco de suerte el día de una prueba olímpica también viene bien, cuando la diferencia entre ser bueno y ser extraordinario ¡puede ser tan mínima como 0,01 segundos!
Mi mentor de entrenamiento fue George Haines, un genio multidimensional, que podía trabajar igualmente bien con chicos, chicas, hombres y mujeres en cualquier prueba, distancia o estilo. Veía solamente lo bueno en las personas, y estaba siempre a punto para hacer que cualquiera se sintiese especial y para sacar a relucir la potencialidad escondida de cada uno. Podía hacer que uno creyera en lo imposible. Verdaderamente hizo eso por mí cuando yo era un entrenador novato de Inglaterra que había llegado al Santa Clara Swim Club para contemplar sus milagros. Aprendí de él a no fijar límites para mí mismo ni para los nadadores que me escogían como su entrenador. En particular, hay dos ideas que aprendí de George Haines que son básicas para mi entrenamiento:
Sea positivo cada día de modo optimista en su rol como entrenador. Intente siempre que sus nadadores hagan algo bien y felicítelos por ello, sembrando el aire de sensaciones positivas. Anímeles diciendo lo buenos que son y lo extraordinarios que pueden llegar a ser si persisten en su trayectoria. Creo que algunas veces los nadadores están más interesados en lo que uno dice y hace como entrenador que en los conocimientos que tenga. Sin embargo, debe estar siempre seguro sobre los motivos de sus acciones, y si se tercia estar a punto para explicarlos. Como entrenador, debe tener credibilidad.

Todos empezamos creyendo que no sólo somos buenos, sino potencialmente extraordinarios. Un entrenador tiene la misión de no perder nunca de vista esa creencia. Véase como ganador, imagine lo que tiene que hacer para alcanzar su objetivo y siga ascendiendo.
Así pues, puede preguntarse: ¿cómo pueden los entrenadores estar seguros de que sus nadadores tienen las oportunidades para desarrollar las cualidades y las experiencias necesarias para llegar a ser triunfadores? Creo que el secreto radica en fomentar la confianza de un nadador en el entrenamiento y la carrera, en no poner límites en los logros, en utilizar el entrenamiento en equipo en provecho de cada nadador, en mantener divertido el entrenamiento, en utilizar la ciencia y los recursos disponibles, y en proporcionar experiencias competitivas.

FOMENTAR LA CONFIANZA DEL NADADOR
Nort Thornton, de la Universidad de California, en Berkeley, cuyos éxitos como entrenador de natación son legendarios, tiene un talento especial para inculcar en sus nadadores la creencia de que pueden conseguir lo que se propongan. Lo hace con algunos ejercicios que tienen fama de ser un desafío enorme. Un joven nadador mío, Graham Smith, de Calgary, Alberta, me contó una vez su trabajo más duro: un recorrido de 30.000 metros que Nort le había hecho hacer en un stage de entrenamiento. Pensé que un desafío similar sería una buena idea para los nadadores en mi stage anual de entrenamiento por Navidad. Yo utilizaba siempre ese stage de 7 a 10 días para animar a los nadadores con un «vamos, adelante», haciendo una prueba larga y dura, una especie de carrera de supervivencia. Yo la comparaba con «selección», tal como la denominan en el Special Boat Service (SBS), una de las unidades militares de élite de Gran Bretaña. Ciento treinta y nueve hombres de los Royal Marine Commandos empiezan la selección para el SBS. La rigurosa carrera les elimina uno a uno a través de la fatiga, hasta que sólo quedan nueve. La idea es que una vez que se llega a esos nueve, este grupo selecto puede ser formado y entrenado con la certeza de que no abandonarán cuando las cosas se pongan duras, física y mentalmente.
Para igualar la dura prueba de Nort, decidí que los nadadores intentaran hacer 25.000 metros. Unos cuantos se retiraron, pero la mayoría de ellos completó la agotadora distancia y, aunque acabaron cansados, se sentían muy bien por haberlo logrado tanto que después de haber finalizado, uno de los nadadores que se había perdido por entero la sesión, y otro que lo había intentado, pero se había retirado, preguntaron si podían hacer la prueba solos al día siguiente. Al escuchar al resto del equipo que hablaban sobre su gran hazaña, estos dos creyeron que se habían perdido algo muy importante. Yo estaba pensando que sería duro para ellos hacer la prueba solos, cuando intervino alguien que, sintiéndose un poco «macho», dijo: «Hagámoslo todos otra vez». Entonces dije: «De acuerdo, pero lo haremos todos, y no 25.000 metros, sino 30.000 metros seguidos» (más que las famosas 30.000 metros de Nort en un día). Todos dijeron de acuerdo y todos lo hicieron al día siguiente. Ese recorrido total de 55.000 metros en dos días es insostenible en ciencia deportiva, pero dio a esos nadadores una confianza en sí mismos que nadie, ni situación alguna, podría quitarles nunca. Realizar esas pruebas les ayudó a darse cuenta de lo duros que podían ser cuando aceptaban un desafío y adoptaban una mentalidad positiva.
He trabajado durante mucho tiempo para fomentar la autoconfianza en mis nadadores, y he comprobado que esto puede lograrse de muchas maneras diferentes. No hay dos nadadores iguales. Al planificar es muy importante obtener la mezcla correcta de entrenamiento y de carrera para cada nadador. Creo que la carrera es el mejor entrenamiento que se puede hacer para todas las distancias, pero particularmente para las pruebas de 50, 100 y 200 metros. El equilibrio de entrenamiento y de carrera variará más para un nadador de media distancia o de fondo. Para carreras entre 400 y 1.500 metros, un entrenador tiene que considerar cosas tales como la cantidad y la frecuencia de descanso que los nadadores necesitan, cuándo deben afeitarse, y el grado de descanso antes de la carrera. Si el nadador tiene que llevar un traje deslizante o uno de los nuevos supertrajes dependerá otra vez del plan general de carrera a largo plazo que se siga en ese momento. El entrenamiento de la natación es un proceso basado en el arte y apoyado por la ciencia.
Según estas mismas líneas de consideraciones, estar en gran forma para el entrenamiento no es lo mismo que estar en forma para la carrera. He estado en giras de encuentros con otros clubes de natación, viajando durante 30 días, participando hasta 50 veces en carreras, afeitando siete u ocho veces durante ese periodo, y hemos seguido mejorando durante la gira. He tenido nadadores que nadaban en los ocho encuentros de los Campeonatos Mundiales, espalda con espalda, en países diferentes, y se afeitaban para cada encuentro. Algunas veces un periodo largo de piel suave ayuda a los nadadores (especialmente a los que tienen mucho vello) a sentir mejor el agua, sensación que pueden perder durante la temporada de entrenamiento. A medida que prosigue su gira de carreras recién afeitado, tienen la sensación de que mejoran el ritmo de brazada y de patada, las presiones del agua y la hidrodinámica. Una brazada de velocidad empieza a ser algo natural, fluida y eficaz, muy distinta de la brazada sin afeitar. Creo que debe probar muchas cosas para encontrar lo que funciona para cada nadador. Podría ser incluso un descanso, una afinación y una afeitada por año para un tipo de nadador, y dos, tres o incluso cuatro afeitadas para otros. Es algo que depende mucho de cada persona y puede cambiar de un año a otro para cada nadador.

NO PONGA LÍMITES
Creer en uno mismo significa también que nadie tiene el dominio sobre una prueba particular. Cuando el batido de mariposa bajo el agua se adaptó por primera vez para el estilo espalda, yo tenía un nadador especialista en este estilo que era muy bueno, pero no tenía la sensación o la habilidad para conseguir la velocidad máxima de su patada bajo el agua. Estuvo clasificado como el cuarto nadador del mundo durante casi cinco años, y en sus primeros Juegos Olímpicos nadó el estilo espalda en los relevos 4 x 100 estilos, ayudando al equipo de Canadá a ganar la medalla de plata. Dos años más tarde fue segundo por 0,03 con respecto a los Estados Unidos en la prueba individual de los Campeonatos Mundiales. Los entrenadores y los nadadores no tienen control sobre lo que hacen otros competidores, y en este caso el uso de la técnica de batido de mariposa bajo el agua no nos habría ayudado, particularmente dado que no había restricción en la distancia de batido bajo el agua en este momento.
Sin embargo, una vez que se introdujo la regla de los 15 metros, tuvimos de nuevo una oportunidad. Trabajamos muy duramente durante el año preolímpico, concentrándonos en nuestros puntos fuertes más que en los débiles. Capitalizando su ventaja de virajes rápidos, este nadador rompió varias veces el récord mundial en distancia corta y conquistó una valiosa autoconfianza. El resultado fue que en los Juegos Olímpicos de Barcelona ganó la medalla de oro por 0,03 contra un nadador con un soberbio batido bajo el agua, a pesar de perder mucha distancia en la salida y después del viraje. En realidad fue una situación de alcance hasta los quince últimos centímetros de la carrera, donde todo llegó a reducirse a la forma y a ser el último nadador en aflojar.
Otra de mis especialistas en espalda tuvo un problema de huesos en una pierna y pasó seis meses con ella enyesada. Pudimos quitarle el yeso para las pruebas de los Juegos de la Commonwealth, donde ella nadó con batido de una pierna, arrastrando la otra. Tres semanas más tarde ganó una medalla de oro en 200 metros espalda en dichos Juegos. Su pierna se curó, y dos años más tarde ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos desde la calle ocho. Creo firmemente que ella se benefició de la fuerza y la confianza que adquirió al superar la lesión de su pierna.

ENTRENAR COMO EQUIPO
Creo en el entrenamiento como equipo. La energía es extremadamente fuerte cuando un grupo trabaja conjuntamente. Dentro de las calles, los nadadores pueden agruparse con compañeros de fuerza similar. Cada nadador observa a los demás y reflexiona sobre dónde están por orden de calles, quién está delante, quién detrás y lo bien que han de realizar el ejercicio para sobrevivir, hacer su parte y no aflojar. Es sorprendente lo duro y rápido que puede entrenar un nadador en una calle con otros nadadores sin sentir realmente dolor o fatiga. En estos puestos cercanos, un nadador se siente animado y apenas tiene tiempo para distraerse. Este tipo de ejercicio entrena a los nadadores para mantener la mente concentrada en las situaciones de la carrera.
Otro buen ejercicio para aprovechar los beneficios del entrenamiento en equipo implica tener de 8 a 10 nadadores en una calle de 50 metros para hacer una serie de 8 x 400 con un intervalo de velocidad progresiva con viraje ajustado, o un intervalo de tiempo rápido con viraje rápido. Separando a cada nadador unos 5 segundos, se tardan unos 40 segundos aproximadamente para que el último abandone la pared. Por consiguiente, el primer nadador alcanza pronto al último que ha salido. La corriente en la calle llega a ser tan fuerte que toda la línea es capaz de flotar ade¬lante, y cada nadador utiliza el arrastre del que está delante para nadar más fácilmente. Sitúo este tipo de ejercicio en la categoría de natación asistida; los beneficios suponen gran velocidad y pueden alcanzarse fácilmente intervalos muy cortos. En esos ejercicios todos tienen una excelente sensación de realización. Además, hacer tiempos rápidos con intervalos cortos es un modo magnífico de promover la confianza.
Personalmente prefiero entrenar a un grupo grande de 30 nadadores o más si son compatibles en su habilidad para realizar ejercicios semejantes. Sin embargo, cuando se trata de preparar y entrenar a nadadores con diversos objetivos y cualidades personales, a no ser que haya miembros extras del personal para ayudar, es mejor trabajar con un grupo más pequeño de 12 nadadores o menos.
El entrenamiento del estilo individual es una manera excelente de entrenar a un equipo. El estilo individual se adapta realmente bien si trabaja con un equipo que nade sólo entre 45.000 y 55.000 metros por semana durante la temporada regular. Todo el tiempo que se pasa en el agua debe ser productivo, y el estilo individual asegura que así sea. Si un nadador, o una nadadora, está entrenando para correr específicamente la prueba de estilo individual, cada patada, impulso o ejercicio hecho en el entrenamiento de los cuatro estilos sirve para un desarrollo específico de la prueba, por lo cual hará bien toda la temporada parte del ejercicio.
Para un nadador con una prueba diferente del estilo individual como prueba principal, hacer diversos estilos impedirá automáticamente el desinterés por reiteración de un solo estilo, lo cual tiende a suceder cuando se efectúa así todo el trabajo. De este modo, el entrenamiento del estilo individual es una manera excelente de prevenir el aburrimiento.
Igualmente, las carreras de estilo individual también pueden fomentar la preparación. Las carreras largas de estilo individual y las cortas de 200 y 400 metros (incluyendo la de 100 como carrera corta) dan a los nadadores una amplia gama de distancias para desarrollar todos los sistemas físicos las carreras más cortas para la capacidad anaeróbica, y las más largas para la capacidad aeróbica. En realidad creo que los nadadores de braza, de espalda y de mariposa deberían correr también las distancias de 50 y 400 en su estilo, así como los 100 y los 200. Periódicamente, los especialistas en braza espalda y mariposa deben entrar en pruebas de estilo libre de 50 o 400 y correr en su estilo en estas pruebas.
Además de trabajar en pruebas individuales, me encanta entrenar relevos. Sacan a la superficie lo mejor de la mayoría de nadadores. El objetivo común de una prueba de relevos fomenta la unidad, y el sentido de responsabilidad hacia los otros tres miembros es frecuentemente tan fuerte que los nadadores logran algunas de sus mejores marcas incluso cuando están cansados.

HACER ENTRENAMIENTOS DIVERTIDOS
Todo ejercicio debe ser estimulante y divertido. El aburrimiento puede matar el ánimo y fatigar a un nadador más deprisa que cualquier otra cosa. Estimule a sus nadadores. Haga el desafío tan grande como quiera; cuanto mayor sea, más divertido será y mayor será también la satisfacción de conseguir el éxito. Con los años he comprobado que el entrenamiento alternativo es bueno para los nadadores y que la variedad impide el aburrimiento.
En el entrenamiento matutino he introducido siempre más cosas que meros ejercicios en el agua. Nuestras sesiones de entrenamiento con pesas, particularmente el entrenamiento por circuitos, podían durar desde 20 minutos a más de una hora. Pedía a los nadadores que hicieran desde ocho ejercicios hasta 60 estaciones por circuito. De vez en cuando, un entrenamiento de carrera a pie también funciona. Sin embargo, probablemente el mejor factor de motivación y la manera más divertida de comenzar el día sea practicar deportes. Baloncesto, voleibol, y fútbol americano siempre han sido populares en mis equipos de Canadá, pero el gran favorito es el hockey sobre patines en un gimnasio pequeño.
En el caso del hockey, me gusta hacer equipos mixtos de hombres y mujeres. El juego puede ser muy competitivo y permite que las mujeres sean tan agresivas como quieran, controlando y cargando, mientras que a los hombres no se les permite tener contactos agresivos con las mujeres o vengarse de ninguna manera. Las mujeres pueden dar rienda suelta a su agresividad y a los hombres se les anima para que desarrollen habilidades más sutiles y mejor autocontrol, con lo cual todos se benefician. Estos juegos son tan populares que no es insólito que los nadadores lleguen más de 20 minutos antes de los ejercicios de las 6 de la mañana para poder disfrutar con los calentamientos, practicar habilidades de lanzamiento, etc. Algunos nadadores incluso piden poder participar en un juego en su día libre. Luego el equipo se dedica a los siguientes ejercicios de natación sin recelos, animados y con actitud positiva, lo cual es especialmente importante ya que los ejercicios matutinos deben ser tan buenos como las sesiones vespertinas. En la competición de máxima categoría, muchos nadadores no llegan a las finales porque no están preparados para ir rápido en las eliminatorias de la mañana.
Los juegos no sólo proporcionan una predisposición excelente, actuaciones matutinas satisfactorias y un buen calentamiento, sino que también dan pistas sobre el modo de trabajar con cada nadador en la piscina. Los juegos permiten que el entrenador evalúe la agresividad, el autocontrol, la actitud y la rapidez. Además, los juegos deportivos son una manera excelente de comenzar el día.
Otro sistema que utilizo para mantener estimulados a los nadadores en el curso de los años es invitar a nadadores extranjeros u organizar visitas con el equipo para ver a entrenadores y nadadores de categoría mundial en otros deportes. El contacto con tales personas ayuda a establecer los estándares para los nadadores y para mí mismo. Todo deporte tiene características individuales, puntos fuertes y débiles que podemos estudiar, adaptar e incorporar a nuestros métodos de entrenamiento. Por ejemplo, los entrenadores olímpicos de gimnasia saben el modo de desarrollar la fuerza y la flexibilidad particularmente relacionadas con cada kilogramo de peso corporal, y los entrenadores de atletismo en pista son especialmente expertos en el desarrollo de la velocidad, la resistencia, y la fuerza explosiva.
Tengo un buen amigo que fue el líder de una ascensión con éxito al Everest; dio una charla a nuestro equipo subrayando su régimen de entrenamiento y cómo aprendieron a vivir con el estrés y el temor. Contó su trauma personal cuando algunos miembros del grupo se mataron en la ascensión y el equipo tuvo que decidir quién subiría y quién retrocedería.
En el otro extremo del espectro emocional, unos practicantes del arte de la meditación trascendental nos enseñaron técnicas de yoga durante nuestros ejercicios. Creo que hay que buscar siempre ideas para mejorar las cualidades básicas, manteniendo el entrenamiento sencillo y motivado, duro y consistente, y que siempre debe intentar adaptar perspectivas y actividades nuevas a su plan de entrenamiento cuando sean apropiadas.

UTILIZAR LA CIENCIA
Me interesé por los beneficios del entrenamiento en altura desde que asistí en 1968 a los Juegos Olímpicos de México. Aunque creo que funciona muy bien para algunos nadadores cuando se hace correctamente, no todos los nadadores mejoran con este tipo de preparación. El entrenamiento en altura debe integrarse en el plan de uno o más de los cuatro años de entrenamiento. Los nadadores deben estar en forma, pero no demasiado cansados cuando están a grandes alturas, y deben realizar sus ejercicios lentamente durante los primeros cuatro a seis días, aumentando el volumen y la intensidad. Durante los últimos cuatro días disminuyen la calidad y la cantidad, lo cual significa que tienen sólo 10 días aproximadamente como una oportunidad en la cual entrenar largamente y con intensidad. También es importante el periodo de aproximadamente tres semanas (dependiendo del individuo) de recuperación y preparación de la carrera. En mi opinión, se necesitan de tres a cinco visitas al año a zonas de altitud para obtener los máximos beneficios.
Normalmente nuestro equipo hace su entrenamiento en altura a unos 2.400 metros. Las mejores localizaciones que he encontrado hasta ahora son Sierra Nevada, en España, y Flagstaff, en Arizona. He trabajado en algunos centros de entrenamiento relativamente bajos, como Thredbo, en Australia (1.300 metros), y Font Romeu en Francia (1.850 metros), y actualmente considero la metodología «vive alto, entrena bajo» en un centro nuevo de entrenamiento en Queensland, Australia, dirigido por el antiguo campeón olímpico australiano Ron Clarke. En este centro los nadadores entrenan a nivel del mar preferiblemente en una piscina de 50 metros situada al aire libre en zona cálida, y viven en casas cercanas acondicionadas para simular las condiciones atmosféricas de una altitud determinada.
Vivir alto y entrenar bajo es todavía un concepto completamente nuevo que tiene buen potencial como ayuda adicional de entrenamiento. El hecho de que las casas acondicionadas para simular altura puedan construirse en cualquier lugar, podría eliminar la necesidad de viajar a lugares montañosos de entrenamiento, de modo que en el futuro incluso podrían llegar a formar parte de los entornos normales de entrenamiento. Algunas de las ventajas del método vive-alto-y-entrena-bajo sobre el entrenamiento en altura actualmente en uso son las siguientes:
• Parece que no presenta ninguno de los problemas de aclimatación que normalmente se asocian con las estancias en altura.
• Hay menos riesgo de sobreentrenamiento y no se interrumpen las rutinas normales de entrenamiento.
• Estos stages pueden integrarse dentro del plan anual normal más fácilmente, y quizás más frecuentemente.
• La norma aceptada de entrenamiento de 21 días en campo de altura puede ampliarse a 40 días o más.
• Es ideal tener un fisioterapeuta, un terapeuta masajista, un fisiólogo, un nutricionista y un doctor en medicina general disponible para un apoyo general durante el entrenamiento en altura.
Idealmente, nuestros mejores nadadores nacionales británicos entrenarán en este tipo de instalación desde primeros de noviembre hasta finales de febrero (durante los húmedos y fríos meses de invierno en el Reino Unido cuando el peligro de resfriados y de gripe puede estropear un programa de entrenamiento sano). Por supuesto, actualmente este lujo sólo es posible si se tienen los recursos financieros así como un sistema escolar flexible con disponibilidad de enseñanza privada. Sin embargo, creo que este método de entrenamiento llegará a ser más común en el futuro, a medida que un mayor número de nadadores tenga oportunidad de ganar premios financieros más cuantiosos para ellos y sus países. El estándar que un nadador debe alcanzar está llegando a ser crecientemente alto en todo el mundo, y ese pequeño extra que los nadadores ganan con el entrenamiento en altura puede ser lo que marque la diferencia.
Otro importante recurso científico que los entrenadores deben utilizar es un experto en medicina deportiva y un experto en ciencia deportiva. Siempre que he podido he tenido a estos especialistas dentro de mi personal de apoyo para los nadadores. Estos profesionales proporcionan una ayuda importante para obtener en las carreras el resultado cuyo objetivo pretendemos alcanzar en una temporada dada, en un año, en cuatro años, o en toda la vida.
Hay un método muy básico para adaptar óptimamente la ciencia deportiva a un programa. El siguiente arreglo me funciona muy bien. Espero que mis especialistas en ciencia y en medicina deportivas mantengan a los nadadores sanos y sin lesiones, mientras yo aplico más cantidad y calidad a las cargas del entrenamiento progresivo y de las carreras, y desarrollo y perfecciono las técnicas de los nadadores para las salidas, virajes, carrera y llegadas. Trabajo con un fisiólogo deportivo el meollo de mi planificación, y confío en él o en ella para que aporte los requisitos individuales necesarios que apoyen ese plan por medio de la nutrición, el entrenamiento de la flexibilidad, el entrenamiento de la fuerza, etc.

PROPORCIONAR EXPERIENCIAS COMPETITIVAS ÚNICAS
Una de las cosas más emocionantes que se puede hacer para reforzar el éxito de los nadadores es planificar un viaje de competición para su equipo. Visitar a otras personas y conocer otros programas es uno de los mejores medios posibles para que uno mismo y su equipo amplíen sus horizontes y actualicen una actitud positiva hacia la competición.
Planifiqué uno de esos viajes con el equipo de mi club en Gran Bretaña, y les llevé a una gira de natación de nueve días por Alemania. Seleccioné un equipo de 32 nadadores y un director de equipo, y alquilamos un autocar. Mi intención era que nadásemos en un encuentro doble contra un equipo de categoría cada día en una ciudad diferente durante seis días consecutivos del viaje de nueve días y que nos alojaríamos con seis familias diferentes. Además de reducir gastos, este arreglo nos planteaba una serie completamente diferente de desafíos y de entornos contrastantes. Habíamos acordado nadar cualquier programa escogido por el equipo anfitrión, incluyendo relevos. Desconocíamos el programa de carreras hasta que llegábamos a cada lugar. Una noche nadamos una prueba de relevos con cada uno de los nadadores que teníamos, haciendo cada uno 50 metros.
Como el equipo anfitrión tenía a su disposición todos los nadadores de su club para escoger los relevos, eso significaba todo un desafío para nosotros. En realidad ganamos, pero sólo por pocos centímetros. ¡Qué emoción! Imagine unos relevos 16 x 50, con sólo una diferencia de centímetros entre los equipos.
Otra noche la prueba final fueron unos relevos 5 x 100 mariposa en una piscina de 20 metros, con el ganador del encuentro determinado por el resultado de los relevos. Todos los nadadores dieron de sí todo lo que tenían; estábamos a mitad de la carrera cuando nuestro tercer nadador salió tan rápido que cualquier largo a partir de entonces parecía que iba progresivamente más lento. Tocó la pared, pero no tuvo fuerzas para salir de la piscina. Estábamos tan ocupados animando que no nos dimos cuenta de que se había hundido hasta el fondo. Cuando giró había tragado agua en el primer viraje y no había podido respirar más en los 80 metros siguientes. Habiendo decidido acabar, fue sacado prácticamente inconsciente de la piscina. Quedamos todos muy aliviados de que viviera para contarlo y de cómo casi dio su vida para ayudar a ganar la carrera y el encuentro para nuestro equipo.
Nuestro último encuentro de la gira fue contra el equipo nacional clasificado como número uno. Una vez más nuestros equipos estaban tan igualados que no podíamos permitirnos perder una prueba, y estando empatados hasta entonces (cinco a cinco), queríamos ganar desesperadamente. Como puede imaginarse, estábamos muy cansados y utilicé todos los medios que se me ocurrieron para motivar a los nadadores. Tenía entonces al campeón nacional de espalda en mi equipo, así como a un novato que era seis segundos más lento. Ambos estaban en la prueba de los 100 espalda, donde sólo contaban dos nadadores para los puntos. Lo último que les dije fue que no quería que les descalificasen y que, por tanto se asegurasen de hacer correctamente sus virajes.
Mi novato estaba realmente cansado, se sentía mareado y no quería nadar. Lo tuve en cuenta y le dije que si cubría los 50 primeros metros y nadaba los 50 segundos metros a su aire, yo estaría contento. Así pues, él nadó los 50 primeros metros como se había planificado; hizo correctamente el viraje, miró por encima y vio a nuestro campeón nacional de espalda a sus pies. Súbitamente, olvidó todas sus sensaciones de mareo, estiró la cabeza y llegó segundo, superando a los otros dos excelentes nadadores del club y batiendo su marca personal en casi cuatro segundos. Lo que había sucedido realmente era que el espaldista número uno había fallado en tocar la pared en los 50 primeros metros y, de acuerdo con mi advertencia de evitar ser descalificado, había retrocedido para hacer el viraje de nuevo. El novato le había visto cuando efectuaba el segundo viraje. Esto sirve para demostrar que nunca se debe dar nada por decidido; incluso los mejores pueden cometer errores, y si uno está atento al desafío, el que parece ser su peor día puede convertirse en el mejor.

MIRAR HACIA DELANTE
Uno de los futuros desafíos en la natación, al cual doy la bienvenida, es la longevidad de los nadadores en la competición. Parece ser que tanto hombres como mujeres nadarán con éxito a nivel olímpico hasta pasados los 30 años y, a medida que continúe esta tendencia, tendrán que desarrollarse nuevos métodos de entrenamiento. Éstos tendrán que adaptarse no sólo a las carreras académicas de los nadadores, como ya se ha hecho hasta cierto punto, sino también al cambio de estructuras profesionales y sociales. El creciente profesionalismo dentro del deporte va a desafiar los métodos actuales de pensar y de actuar de muchos entrenadores. Habrá más de unas cuantas ondas de choque a medida que las partes implicadas intenten adaptarse. Creo que nos vamos a enfrentar a un futuro emocionante y turbulento en el deporte. Si la natación ha de continuar siendo popular y espectacular como deporte, y si ha de competir por el apoyo público, debe llegar a ser más competitiva, particularmente en televisión y en la prensa. La natación debe llegar a ser un deporte para espectadores, pero no a expensas de su actual ética y calidad.
Los Juegos Olímpicos del año 2000 han visto el desarrollo de equipamiento innovador, particularmente trajes de baño; la tendencia siguiente a destacar probablemente sean recompensas financieras más elevadas. Mire hacia el futuro. Trabaje duro y con ánimo, diviértase y planifique racionalmente. Así puede llegar a vivir sus sueños.

RESUMEN
• No hay atajos para el éxito. Se requiere un entrenamiento duro, pero también debe entrenar con ánimo.
• La capacidad para identificar el talento, el afán y la ambición es uno de los primeros requisitos del entrenamiento.
• Sea positivo de modo optimista. Observe a sus nadadores cuando lo hagan bien y elógieles.
• Haga que los ejercicios sean desafiantes y divertidos.
• Varíe las sesiones matutinas de entrenamiento para generar más entusiasmo.
• Busque siempre ideas para mejorar sus cualidades básicas y sus conocimientos de entrenamiento.
• Haga énfasis en el entrenamiento en equipo.
• El entrenamiento estilo individual es productivo y desarrolla todos los sistemas físicos.
• Trabaje para mejorar la confianza de cada nadador.
• Consiga la mezcla adecuada de competición y entrenamiento para cada nadador.
• Individualice el entrenamiento y el perfeccionamiento para cada nadador.
• Utilice la ciencia para apoyar el arte del entrenamiento

3 Comments acerca de "El arte de entrenar"

  1. Eduardo Movilla V. | Agosto 23, 2010 at 16:42 pm | Responder

    EXCELENTE ARTICULO.

  2. muy bueno para entrenadores y atletas

  3. Victor Mario Maya Espinosa | Enero 3, 2011 at 17:46 pm | Responder

    Os recomiendo este libro a todos los entrenadores, en el hay varios artículos muy interesantes de grandes entrenadores de la natación mundial.
    Leyendo este articulo que has colgado aquí Edgar, he recordado hace poco que asistí a una charla técnica del famoso entrenador Australiano Bill Sweethenham, el comentaba que cuando llegó a Inglaterra para hacerse cargo de la natación, quiso ver el grado de implicación que tendrían los padres en un programa de entrenamiento. Para ello convocó a los padres a las 6 de la mañana, sólo asistieron aquellos que verdaderamente estaban muy interesados. Luego quiso ver el grado de dureza mental y física que tendrían las nadadoras en un pograma de resistencia. Para ello, colocó en un gimnasio bicicletas estáticas y pidió a las chicas que pedalearan hasta al máximo que pudieran, las que quedaron al final de todas, fueron las que invitaron a sus centros de entrenamientos y hoy varias de esas chicas ya figuran entre las mejores del mundo. Cosa muy similares explica este interesante libro, que podemos adaptar a la idiosincracia de nuestra sociedad colombiana.
    Un saludo Edgar.

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